Palabras. Vacías, que al pronunciarse son.
Abrazos. Heridos, y al olvidarte, soy.
Sonrisas. Perdidas. Que siempre (que nunca), cohibidas de una respuesta comprometedora, supieron hacer olvidar esos labios lascivos, taimados, esquivos, domados, ladinos, que esos ojos verdes, marrones, robaron.
Lazos rotos. Pies Mojados. Risas suaves. Ojos Tiernos. Hielos vacuos.
Pañuelos. Sentidos. Miradas. Abrigos. Mentiras. Sonrisas, tristezas. AMARGOS.
Amargos todos y dulces, unos cuantos.
Huídas esquivas, inesperadas. Susurros amigos. Camisas cambiadas.
Miradas novatas, novillos cansados. Chiquillos ceñidos a un mundo tirano. Promesas raídas de un cetrino obtuso, de un Caronte ahogado.
Aceras cansadas de tus pies. Carreras pagadas del revés.
Sin recompensa, con desencanto.
Sintiendo que nada puede arreglarse. Comiendo en la cama tras los desfases (Pizza con pepperoni, que no está mal).
Desfases de tu ritmo, morena. No te conozco y te echo de menos, aunque sé quién eres.
Cansado. Muy cansado.
De los viernes. De los Sábados. De las noches. De mis manos.
De mis líos, que no tengo. De los rones que me pierdo (siempre me gustó contar mentiras).
Hoy me dejaste tirado.
Y lo peor, no sé por qué me sorprendo.
De las ganas que te tengo. Claro.
Precioso, simplemente precioso.
ResponderEliminarWell done this time.
ResponderEliminarLong time without writing but you keep having the same level, even better.
See ya, Da Peanut.