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Mientras tanto, enviando cartas desde la ciudad del viento

jueves, 17 de diciembre de 2009

De vuelta a casa

Tras una breve estancia en la capital de la Pérfida Albión, gastar mucho dinero, pasar mucho frío, andar y andar y visitar y visitar...volví a casa, como el turrón del bueno...y con los bolsillos más vacíos.
Con unas ganas que se me escapaban de las manos. Ganas de veros a todos vosotros y disfrutar de esas pequeñas cosas que tanto echo de menos cuando me encuentro a 2500 km de casa.
De una cerveza a las doce con unas bravas, rodeado de los de siempre.
De un partido de futbol sala en el colegio, pese a que estoy en un estado físico paupérrimo.
De coger mi corsita y pasaros a buscar a todos para pasar un buen rato, y poner mi musiquita y perderme por un rato por estas calles que me huelen a mis mejores recuerdos.
De estar con la familia pese a que falte el melenas, que ya trata de acostumbrarnos con su ausencia, aunque nunca lo haremos.
Ganas de vosotros, bajo las luces de navidad y el frío que me persigue...

Y...tras tantas esperanzas depositadas en esos sueños, tras tanto tiempo en que mi presencia se ha reducido unas pocas imágenes y unas pocas palabras en esta pantalla, cuando mi voz ya no os resultaba frecuente y la costumbre dejaba de serlo, sólo puedo decir:

Gracias, por hacerme sentir que me echábais de menos, por no dejarme parar, por hacer que mi teléfono pierda la batería más pronto de lo normal. Por estar aquí esperándome y dejarme bien claro que os hacía ilusión.

Porque para mí es el mejor regalo de navidad.




sábado, 12 de diciembre de 2009

Y el silencio se adueña de Kamtjatka...

Qué sensación tan extraña. Han pasado ya casi quince días (aquí diríamos "one fortnight") desde que no plasmo nada en este papel, y apenas me salen las palabras...
Y es siempre lo mismo lo que me ronda por la cabeza, esa sensación de querer volver para poder quedarte, de querer quedarte para poder volver. El hecho de partir de aquí, aunque sea por menos de veinte días, hace que te plantees una y otra vez lo rápido que se escurren los días y como, poco a poco, todo se esfuma y todo se convierte en mero recuerdo del que, como mucho, tienes una fotografía que te sonríe y te advierte que ya pasó.
Ya han pasado casi cuatro meses desde mi llegada a Horsens y los recuerdos se amontonan haciendo fila, disputándose un puesto en ese estatus que a veces te planteas....

Y podré decir que recuerdo mis primeros pasos aquí como un hecho que pasó breve y fugaz, como sabiéndose poco importante y queriendo dar paso a lo que verdaderamente lo es. Recuerdo lo que costaba recordar los nombres y tratar de ponerles una cara, conocer día sí y día también a cinco personas nuevas, empezar con el proyecto y sentirte inseguro a cada paso que dabas...
No recuerdo, por supuesto, cada una de las fiestas que hemos vivido...pues la verdad, en eso no nos hemos quedado cortos. La international day, las fiestas de disfraces, cada noche en First mansion, las de los corridor en el spanish building, las de Allegade, las del Student Village, las de Kamtjatka...las comilonas y cenas que nos hemos pegado...(me vengo con algún kilo de más!!)
Recuerdo esas visitas con olor a plastilina y disfraces a un metro de altura del suelo, y esas manos amigas que aparecen para darte un gran apretón, a tantos y tantos kilómetros de distancia de casa.
Y también, el día a día, levantarte y saber que la leche va a estar mala y la cocina hecha un desastre, coger la bici tras estar buscándola durante cinco minutos y huir hacia la universidad combatiéndo el temporal, llegar a clase y chequear todas estas malditas redes sociales a las que estás enganchado...; enterarte de que te faltan doscientos documentos de "building planning and management", bajar a la cantina a perder un poco el tiempo y encontrarte a veinte más que ya llevan un rato haciéndolo. Liarte sin darte cuenta y terminar con una caja de cervecitas vacía planteándote que haces con tu vida mientras sonríes con los amigos.
El agobio de las presentaciones, los viajes, las visitas a Copenhague, Aarhus, Skagen.Praga, Cracovia, Berlín...
Pero lo más importante, sin duda, son las personas. Me considero muy afortunado de estar conociendo a quien estoy conociendo.
Por último, el futuro...todos nos lo planteamos, y es cierto que nadie sabe que va a ser de su vida. ¿Para mí? Quién sabe...quizás seguir estudiando si consigo una beca, seguir en el extranjero, me encantaría...; buscar un trabajo, lejos de mi ciudad tan de sobra conocida. Lo que tengo absolutamente claro es que no quiero volver a zaragoza, no tan pronto.

Esta entrada es solo un baremo de sensaciones pasadas que quedan ya en ese rincón del recuerdo en que escribes con permanente.


Para ser sinceros, tengo unas ganas locas de volver a casa.
Y también, me da miedo, de verdad. Siento que todo esto se esfuma, aunque queda todavía mucho por quemar.
A los de aquí, disfrutad y descansad, el receso nos vendrá bien!!
De todos modos, nos vemos muy muy pronto.

Y a los de allí...qué ganas tengo de veros.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Y con el camino recién empezado he aprendido...

Que en el fregadero, como te pases de fuerza, acabas calado porque el agua tiene una costumbre de saltar inesperadamente.

Que da lo mismo donde dejes la bici el día anterior porque al bajar al parking habrá veinte bicis más rodeándola, y a saber dónde está.

Que no importa si cuando sales de casa el cielo está claro y más azul que nunca. Cuando te montes y lleves 2 minutos andando, empezará a llover.

Que para encontrarte la lavadora gratis vacía los planetas se tienen que alinear y Dinamarca ganar el mundial de fútbol. Siempre, siempre, tendrás que esperar.

Que la madera del suelo se dilata al estar en contacto con agua un tiempo prolongado. Que se lo pregunten al suelo de mi cocina. Que, por cierto, mola mogollón.

Que beber mucho es malo y trastorna el sentido del tiempo y el espacio, pudiendo acabar durmiendo en los lugares más insospechados, vivir de noche, dormir de día…

Que más abajo de despeñaperros existe vida. Creedme. Y además son buena gente.

Que Badajoz, por mucho que yo pensase lo contrario, está arriba. Exactamente cinco pisos.

Que la universidad es un centro de ocio y pérdida de tiempo en donde te exigen millones de trabajos sin sentido pero, eso sí, aman los esquemitas, los dibujitos, las tablitas. Las poyaditas.

Que en Dinamarca se construye con aislamiento, y luego ya veremos.

¿Los cálculos? Para el ingeniero, claro está.

He aprendido, también, lo que vale una docena de huevos, por ejemplo.

Que la tarjeta de Kamtjatka siempre irá bien a la segunda, y muy pocas veces a la primera.

Que los españoles somos los más majetes, los más sonrientes, los más fiestas, los más sociales.

Los más vagos.

Los más borrachos.

Que el suelo del baño se moja siempre cuando sales de la ducha, y que a los franceses les da lo mismo.

Que Diógenes debió de ser francés. O salmonete.

Que la estrella más cercana al sol, de ser reducido el volumen de éste al tamaño de una canica, estaría a 713 km.

Que para buscarle la graduación a una cerveza danesa te las ves putas.

Que, aunque seamos amigos, a todos nos roban material de cocina. Y lo más importante. Todos roban menos nosotros.

Que a Stefan le robaban el bocadillo en el recreo y ahora se venga mandándonos warnings…

Que, para ser feliz, hace falta muy poco. Sólo hace falta irte a la cama tras un largo día y mirar al cielo mientras compruebas como lucen las estrellas por una vez desde hace meses. Pensar que mañana, habiendo descansado, saldrá el sol, aunque ya de sobras sabes que no va a ser así. Sólo necesitas un millón de cosas confabuladas a tu favor de las que nunca nos damos cuenta, hasta que nos faltan.

He aprendido que solo necesitas eso. Creértelo.

A serlo una vez más.

Feliz.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El bufón

Y a estas alturas, después de todo...sigo sin comprenderlo...sigo sin aceptarlo...
No acepto esos pies de foto que sonríen sin decir nada más, cómo dando por hecho que sobran las palabras...
No soporto leer lo que alguna vez era única y exclusivamente para mí y entender que ya no lo es, siguiendo significando lo mismo.
Qué daño hacen las letras plasmadas en esta pantalla oscura cuando inocentemente, o no, se le escapan sin querer.
Por eso prefiero contradecirme y decir que prefiero las palabras, porque se las lleva el viento...


Pero para mí, como alguien ya dijo una vez, todas las cosas son arena si llegan tarde...

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Pido Perdón

A Francisco, de los Hueso, porque me sigue mandando chistes y nunca le contesto.
A Ote, porque tal desinformación no se puede volver a repetir.
A la leche fría de las mañanas, porque aquí hace tanto fresquito que incluso la caliento un poco en el microondas.
A tí, por no escribirte más amenudo.
A mi corsita, porque el pobre no querrá arrancar cuando le visite en navidades.
A Pirulo, porque se merece un señor email contandole mis andanzas por la península de Jutlandia.
Al futsal de los domingos, porque yo no soy el mismo, porque los pabellones sin mí, tampoco lo son.
A mi abuelita, por no llamarla tantas veces como merece.
A los que me escriben por chat de tuenti y me hago el longuis como quien no se entera.
A edu, chin, lambea, miguelo, marquitos, erik...porque sé que os debo una conversación por cámara, o un largo y tendido email.
A la ropa que dejé olvidada en el armario, porque seguro se siente celosa de no estar aquí conmigo.
Al Fari, porque no todo el mundo que entra en mi casa le saluda.
A Vito, Charlie, Cmon, Xu, Maruji, Goguez...porque por mucho que les busco vuelos no consigo acertar con las fechas.
A las canciones de misa, por cantarlas cuando me he tomado más de una elephant y desentonar tanto.
A mi cerebro, por eleminar neuronas día sí y día también.
A mi estómago, también, por curtirle a ibuprofenos durante una semana y no enseñarle que existe otro amigo que se llama omeoprazol.
A mi padre, por no conseguirle películas, películas, películas.
A mamá, porque el otro día probé una tarta de queso y pensé que quizá era mejor que la suya. A las tortillas de patata danesas, porque nunca serán tan buenas como las de mamá.
A mis vecinos, por robarles platos, cubiertos y demás menaje del hogar, aunque ellos también me los roben a mí.
A Dani, por frustrar su ligero sueño todas las mañanas cuando sigilosamente me tomo el desayuno en mi cuarto.
A Damien y Jose, por ofrecerme a fregar siempre cuando ya sólo queda un plato.
A Xavi, por no seguir ese brillante ascenso por los mundos de backstages y guitarras.
Al mamón de JotaCé, porque no sabía que ponerle por miedo a no dar el nivel; por intentar escribir mejor que él mi vida aquí, y no conseguirlo; por no decirle lo mucho que aprendo de él cuando le leo.
A mí, por no cuidarme tanto como debo.

A todos vosotros, por no poder compartir mi sueño erasmus tanto como quisiese.

A tí, que te he olvidado adrede, para el final.

Un abrazo muy fuerte.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Buenas Noches, y buena suerte.

Son la una y quince minutos de la mañana hora local en Horsens. El termómetro marca cero grados y en los alrededores anuncian nieves y fuertes vientos.
El pequeño, cargado de café y un ibuprofeno para su maltrecha garganta, continúa dejándose la vista en el autocad, tratanto de salvar el culo a los rusos y a este proyecto que no va a ningún puerto. Tres pisos más arriba, el trabuco malagueño hace lo mismo, quizá con más ardua tarea aún si cabe.
Además, a sabiendas de que no terminarán, siguen luchando por sacarlo a flote y volver a forjar una gesta como ya hicieron la última vez.
Cabizbajo, mientras hace un apurado esfuerzo por no caer dormido, se frota los ojos llorosos y trata de calcular cuántas horas lleva delante de los dichosos planos y documentos estúpidos en este día. Asombrado, sabe que se acercan a la docena.
En un golpe de rabia, sabiendo que los comunistas bolcheviques estarán en el tercer sueño, decide cerrar de una vez el trabajo y clama al cielo porque todo vaya bien. Mañana se tendrá que enfrentar a Lenin y Stalin y ordenarles más tareas, ya seguro sabedor de su papel de líder en esta "Xeitosa" que siempre mira hacia la orilla, aunque jamás llegó a tocar sus blancas arenas.
El viernes a las 8,20 se volverá a enfrentar con sus carontes para cruzar la delgada línea de la laguna, y sus mayores temores son naufragar. Más allá, a lo lejos, tras las oscuras aguas plagadas de vicios suculentos, se encuentra su destino, cuatro semanas de trabajo personal para el que no está preparado, pero que espera con un anhelo y una nostalgia inusuales en él.
Con dos puntos, un paréntesis y una mirada silenciosa pero comprensiva, se despide de su compañero, deseándose suerte en estas pocas horas de vida comunal que les quedan juntos.
El trabajo ha sido duro, ambos lo saben, y se consideran felices por haber tratado de responder ante una afrenta para la que consideraron no estar preparados apenas unos días atrás. El resultado, Dios dirá, les es ahora indiferente. Sólo les importa descansar, perderse entre las sábanas mientras desean dormirse pronto y volar en brazos de aquel que cuando llega no avisa.
Además, se sienten afortunados.
Les separan 10 metros apenas, menos aún, y sin embargo, están más cerca.
El trabajo, piensan, también hace amistad.
Nos vemos mañana, camino de la frontera, quizá andando porque el viento es tan fuerte que hace del trayecto en bici peligroso. A las ocho y viente, como siempre.

Buenas noches, y buena suerte.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Carta a un gran amigo

Mi muy querido amigo,
Te escribo para contarte que últimamente no ando muy bien. No quiero decir que cojee, por supuesto, sino que algo falla en mí y me tienes que ayudar. Quizá, pero sólo quizá (no vayamos a afirmar categóricamente) demasiada fiesta pase factura. La vida está llena de sorpresas y asuntos ya de sobra conocidos...pues bien, éste es uno de ellos.
Nos podemos juntar un día de estos, como ya lo hemos hecho antes. Nos sentamos tranquilamente y si quieres charlamos, aunque te conozco y sólo obtendré silencio por tu parte. Eso es algo que no te puedo reprochar, pues sé que eres parco en palabras, aunque ese color blanquecino tuyo me preocupa. Quizá, de nuevo, no sea más que éste sol que sólo sale por San Andrés cuando llega el otoño. A veces me preocupa no verlo más tiempo, y me afano en convencerme de que nos roba la salud...
Ya sé que no vas a querer otra cosa, así que te invitaré a un vaso de agua y, eso sí, algo de comer para que luego no digamos que fue por no comer.
Luego, ya lo sé, te tendrás que ir. ¿Yo? Me quedaré aquí solo a esperar, convencido una vez más de que vas a cumplir con tu cometido. Dicen que eres capaz de hacer milagros en media hora, pero a mí ultimamente me estás fallando. Será por el riego...o como antes ya te contaba, quizá tanto jolgorio al final sale caro.
¡Una cosa más! Prometo abrigarme antes de salir a luchar contra este tiempo narniano montado en bicicleta, que tan extraño me parece el día de Todos Los Santos. Eso sí, no se si servirá de algo, porque una vez pasada la frontera te sientes como en el infierno...¿La frontera? Sí, así le llamamos a esas cuatro paredes que casi sólo nos traen disgustos, aunque el viernes fuese un gran día...y una gran excepción.
Venga, vente ya para aquí. Prometo también sacarte con cuidado de esa capucha de plástico con la que más tarde juguetearé entre mis dedos...
Sólo un vasito de agua, y del resto te encargas tú, por favor.
Además, no te preocupes, que no estarás sólo.
Venga, ya está, amigo.

Nos vemos en ocho horas.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Y es que querer, es poder. (Por Damien Rice)

(Nueva entrada de mi más fiel colaborador)

Querer es poder.
8.20 entras a la uni ( )
16.00 llegas a casa y comes solo porque todo el mundo ha comido ya. Un capitulito de alguna serie matatiempos te duerme mientras la miras y la oyes, ni la ves ni la escuchas. Se entrecierran los párpados como el telón que pone fin a una obra de teatro tras ver Padre de Familia. Aplausos, el telón se vuelve a abrir, aparecen los actores, el compi saluda, te incorporas de la cama y te pones en pie con un “¡¡¡¡Jai mai fren!!!!!” ovacionando la obra que va a comenzar.
Dia raro, poca gente por los pasillos, en el Super retumba el sonido de una mandarina pelándose ( hay que probar lo que se compra ), un poco ácida para según qué gustos, pero estupendástica. Dos cestas rojas se arrastran por las baldosas, tacatá tacatá tacatá, ¿preludio de algo? Una carga vitaminas, proteínas, acido3, oleico, triglicéridos, L-Casey inmutintas ¡¡equipo actimel!!! ¿La otra? Carga ilusión, 24 ilusiones del tamaño de un botellín de cerveza.
¿Jugamos?
20.47 Timmer running, te llenas un chupito de cerveza, esperas un minuto y…..Countdown completed, te lo bebes, restart, Timmer running, te llenas un chupito de cerveza, esperas un minuto y….countdown completed, te lo bebes, restart………………………………………………………Countdown completed, ¡¡COÑO!! ¿YA? Te lo bebes y restart………………………………Countdown , inexorable el paso del tiempo….
23.11 se acaban las 23 ilusiones que nos quedaban. Comprobamos que todo el mundo esté acostado o en sus estancias, algunos están borrosos, otros están y mañana no lo sabremos…
Sales a la calle serpenteando, ves la ciudad y sus no habitantes, cierras bares literalmente, te relacionas con las pocas personas que aun están despiertas, vuelves al hogar, compruebas el estado de los compañeros…y ellos verifican el tuyo. Y a dormir.

Y es que querer es poder.

domingo, 25 de octubre de 2009

Sueños de papel

Vivan los días en que te echo de menos.

Porque me hace sentir más vivo si cabe.

Vivan los días de escape sin tubo.

Porque sin ellos estas semanas serían horrorosas.

Vivan las cosas que me dices sin decir nada.

Porque un gesto vale más que mil palabras.

Vivan las compras de cerveza sin proponérselo.

Porque no hay mejor manera para compartir una mesa.

Vivan los acuarios de cemento rodeado de amigotes.

Porque me gusta ver las cosas nubladas y no de color de rosa.

Vivan las fiestas ambientadas en cualquier cosa.

Porque cada segundo que se te escurre tiene su peso en oro.

Viva el momento de parón musical y complicidad pasmosa.

Porque deberíamos por Erasmo todos los días brindar.

Vivan las fotos a destiempo.

Porque siempre hay alguien que aporta más de lo esperado.

Viva esta vida, con vosotros.

Vivan los sueños fugaces que me brinda este viaje pasajero.

Viva, que hoy tengo que trabajar.

Que los domingos por la tarde, son tan tristes...

.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Seré Breve

Y te levantas, sabiendo que has hecho las cosas mal...
Te levantas con esa sensación de ahogo mental, barajando cual es el mejor camino para intentar encauzar las cosas. El trabajo se amontona, y no sabes ni por dónde empezar.
Buscas, revuelves, copias, borras, cierras, abres....
Ríes, por no llorar. Lloras, por no reirte de tus problemas.
Tu estado moral se monta en un barco que va al pairo y se deja llevar por ese vaivén de las olas...tan pronto estás arriba convenciéndote de que eres capaz, como de repente, y de un plumazo feroz de espuma, las aguas se te tragan y te hacen tragar, te hunden en lo más profundo y oscuro dejándote claro que no puedes seguir así. Miras a tu compañero de viaje y a través de sus lentes te demuestra que él también está perdido...perdido entre un grupo de gente que parece saberlo todo y se muestra dominante de una ciencia que desconocen por completo. Y sin embargo, te hace daño. La ignorancia es una mala compañera en estos tiempos, y como ya se dijo una vez, dos ignorantes al juntarse no hacen sino hacer más grande la desgracia, pero, al menos, se hacen compañía.
...Prometes ser valiente y enfrentarte a lo que te rodea, pero todo te resulta tan confuso y complicado que prefieres disimular entre teclas de plástico y píxeles de colores a los que tanto te estás acostumbrando...
De repente, dos puntos y un paréntesis que hacen de sonrisa amistosa te muestran su complicidad seguida de unas palabras amables y una música de fondo que te entiende a la perfección: Don't worry, my friend. Hay momentos para todo.
Un instante más tarde, alguien te pregunta y tú le respondes, sin saber con qué motivo fuiste preguntado, y sin darte cuenta clickeas una vez más para perder este dorado tiempo, encontrando una sorpresa: una mano abierta, un abrazo de verdad, una manta calentita a los pies de una lumbre que te calma y te relaja, un suspiro pasajero que te despierta de este letargo digital, aunque ese es el modo en que capte tu atención.
Un amigo que te mira desde esa ventana y te dice:
Ánimo, amigo.

Porque la ignorancia en compañía, para mí, es un regalo irrechazable.
Gracias.
http://diariodeun-emigrante.blogspot.com/

martes, 6 de octubre de 2009

Doble fila, balas de plástico...



Silencio. Un acorde. Dos.
Silencio. Una respiración...un, dos, tres...

De repente, la vida comienza, como un cigarro medio encendido, medio apagado.
Las dudas surgen, a modo de papeles, juntos, amontonados...
Suerte, suerte tendré si le escucho, suerte tendré si me escribe...

La piel, de gallina, te juega una mala pasada, te trae recuerdos y no puedes evitar estremecerte.
Cada letra va cargada de un momento que con nostalgia derramas sobre el suelo...a veces duelen...momentos buenos, momentos malos...ratos...

Ratos, los cuento, los archivo, los disfruto, los olvido....
Como olvido lo que siento y presento lo que no será bueno...
Bueno, mejor lo dejo...bueno mejor lo olvido...



(...)
Cazo las palabras con una red, como si fueran mariposas,
todos los sueños de alquiler, haciendo doble fila,
te veo y veo el sol, no te preocupes si me quemo,
ya lo intento apagar yo.

Tu solo ven a mi nube, te mando mi dirección,
ultimo piso, preciosas vistas sin ascensor,
no tengas prisas, no tengo planes para hoy,
y los planes de mañana, mejor los hacemos juntos,
mejor los hacemos juntos, mejor los hacemos juntos.
(Doble Fila)

Y el tiempo te deja de nuevo en un lugar al que no creías pertenecer...

(...)
de nuevo en la carretera,
las historias de siempre, mis compañeras.


Y pudiste tener todos los primeros planos,
y pudiste ser el centro, de mis manos,
pero no...

Amores de dos besos y despedida,
tocaron techo, y caen sin control
sobre un suelo de ceniza
Quisiste más de lo que yo tenia.
(Balas de Plástico)

...Quisiste más de lo que yo tenía...


Porque no puedo dejar de escuchar estas canciones...
Quizá porque para mí significan mucho más de lo que ninguna lo hará...
Porque no es fácil regalar una canción...
Porque mucho más difícil es que te toque un pedacito del alma...
Porque sólo un amigo sabría hacerlo.

Letras por : Xavi Aparici
(también del primer texto lo son )

www.myspace.com/xaviaparici
http://xaviaparici.blogspot.com

Muchas gracias
Y mucha suerte



lunes, 5 de octubre de 2009

Otro día igual, viviendo algo distinto. (Por Damien Rice)

Pensando que al auditorio se va a escuchar una sinfonía musical, dulce o salada, pero musical.
Aprendiendo gracias a mis compis de grupo (entre ellos el búlgaro que resulta ser estonio)lo que es la vida universitaria, perdón, aprendiendo lo que es vivir en la universidad.
¡¡¡Qué sueño!!! La verdadera vida universitaria hace que vivir en la universidad sea cada día más duro, poniendo mi mejor cara a mis compis. Los quiero, es lo más parecido a mis padres aquí.
Cada día me acuerdo mucho de España, más concretamente de mi coordinadora, aquí no hay mucho tiempo como para acordarse de todos…aunque siempre hay un hueco.
Me siento mirando cómplice a mi ordenador, él me guarda el secreto de lo que realmente hago aquí sentado todo el día, y con pose seria y elegante, aparenta dibujar, informarse… A su espalda hay una guerra, unos abren las ventanas, otros las cierran, otros las abren con mala cara, otros las cierran con fuerza, Valdas se suena los mocos, creo que él optaría por cerrarla.
Yo observo, empapo, me aburro y deduzco que esto es lo que llaman Guerra Fría. ¡8 grados! Y yo con estos pelos.
Las 9.40, mi próxima meta: ir a comer a la Cantina. No por hambre, es una señal de que se acerca el momento de la vida universitaria, de empezar a entender cuando se bromea y poder saber si se ríen conmigo o de mí. Si a mí me importaran esas cosas, estaría preocupado, sin embargo aquí sigo, viendo como la australiana abre la ventana tan solo 20 segundos después de que la china la cerrara. Es realmente entretenido.
Veo mis contactos del Skype y me consuela pensar que todos ellos están pensando esto mismo, viviendo otro día más, algo muy distinto.


A partir de ahora, estaré encantado de vuestras aportaciones al blog.
Sois libres de mandarme vuestros pensamientos =)

sábado, 3 de octubre de 2009

Voy a callarme porque es Sábado

The facts:

Arrival time home yesterday night : 6.00
Falling asleep time yesterday night: 5.50
Wake up time: 15.00
Wake up Daniel's time beacause he is afraid of danish wind: 15.05
Starting time drinking today: 15.30
Supermarket's closing time: 17.00
Time when we realize that supermarktet is closing: 16.50
Running to supermarkt's time in piyamas with Splinter Cell: 16.55
First time stealing bags in Denmark: 16.58
Buying beers time: 16.59
Time to work: 17.30
Time that we decide to work with beer: 17.31
Now: Drunk again.

Danish life =)

And today,
Voy a callarme porque es sábado =)

(To keep on talking in English, I'm going to shut up because it's saturday, look for the spanish song in youtube, I love it)

jueves, 1 de octubre de 2009

Las estrellas están en el cielo, me gusta el color de tu pelo

Les contaré que no tengo tiempo.
Les contaré que por ello lo siento.
Les contaré que no encuentro palabras.
Les contaré que, por un beso de la flaca daría lo que fuera.
Por un beso.
Aunque sólo uno fuera.
Hoy el blog te lo dedico.
A tí. Sí, a tí. Y a tí también.
Porque hoy, en tu onomástica, hagámos rimas ridículas.
Porque Damián y Manu, sólo saben de filípicas.
Porque hoy es el dí, hoy es el dí-a del apaleamiento.
Porque lo celebremos.
Porque todos juntos cantemos.
Porque Pepini y Cañón, se inviten a unas rondas.
Porque es el primer cumpleaños. Porque nos gustan los maños. Porque estas cosas se sienten.
Porque es un gusto conoceros.
Porque muy pronto, nos vemos.
Porque paséis un gran día.
Porque sí.

Las estrellan están en el cielo.
Me gusta Pepini. Me gustas tú.
Me gusta La Cañón. Me gustas tú.
Me gusta el color de tu pelo.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Working!!

No todo el monte es orégano, ni todo tan negro como lo pintan.
Semana frustrante académicamente, qué rabia da perder el tiempo durante dos semanas por culpa del dichoso inglés y nuestro bochornoso conocimiento de él...de ser ésto en castellano les daríamos mil vueltas a estos universitarios de pies sobre la mesa, de cafetera entre explicación y explicación, y de mesas que suben y bajan para entretener al ignorante: aquí ir a clase es una auténtica experiencia lúdica. Ojo, que no digo que no me guste...pero no entiendo como de aquí salen profesionales...como mucho, sabran hacer mil recetas en una mini-cocina...a ver qué nos depara hoy algún danés-búlgaro-islandesa, quizá hamburguesa con patatas, que les gusta, y mucho.


El martes entregamos el proyecto (de rimbombante nombre: outline proposal), Cuarenta y cinco minutos de presentación de dibujitos, planos sin sentido y tablas y tablas para perder el tiempo. En fin, que si mi compañero malagueño y yo le metemos caña, tratamos de entender al lituano, y el ruso se queda callado, quizás pasemos de puntillas.
Nos vemos pronto.
Pierlu, from denmark.
P.d: Si me lees, déjame un comentario! Es bueno saber de vosotros!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Worst day in Horsens

O quizás, debería decir peor noche.
Te levantas y tienes ganas de matar, de destruir, de sacar todo lo malo que llevas dentro, de hablar pronto y mal. Piensas que hubiese sido mucho mejor levantarse con la pierna izquierda, mientras tratas de comprender que es lo que has hecho mal.
Se te acumula el trabajo y tu grupo está perdido (luego dicen de los españoles); tienes fiebre, y lo mejor que se le ocurre a la gente es hacer una prefiesta en tu cocina; sudas desmesuradamente, lamentando haber mezclado ibuprofeno con couldina, empapas el edredón hasta límites insospechados; la gente canta, ríe, grita, corre por estos pasillos de esta casa donde todo se escucha, donde todo se sabe; tu compañero de piso aporrea la puerta desenfrenadamente a las tantas de la mañanana, destilando un olor a ochenta grados de alcohol, mientras te mira excusándose con su llave rota...no conforme con ello, se va a por la caja de herramientas y comienza a martillear...sigo sin entender como abrió la puerta...;
Te levantas, de nuevo, cansado. Tu cabeza te avisa de que en breves va a estallar y que la fiebre volverá a hacer de las suyas, te encuentras la cocina sucia no, lo siguiente, mientras te tapas la nariz y sorteas los charcos de cerveza y vodka que amablemente alguien se ha encargado de dejar para mí...
Tu grupo sigue sin contestar, y no queda tiempo para nada.
El sol en el cielo azul parece de mentira, pintado a propósito para burlarse de mí, queriendo decirme que la acuarela que me rodea funciona a la perfección, menos yo. Incluso ahí fuera, hace un calor maravilloso que no voy a poder disfrutar.
Y todo te agobia.
Y todo te quema.
Y hoy, más que nunca, te sientes solo.
Solo como hacía tiempo que no te sentías.
Solo, como tantas otras veces.

Solo...sólo cabe esperar, escurrir el tiempo entre tus dedos mientras deseas fervientemente que pase este día.
Este maldito día.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Everything is right


Ya son muchos los días desde que escribí aquí por primera vez.

Al principio, todo es diferente. Todo, absolutamente todo…y pese a ello, después de 10 días fuera de casa te sientes como si aquello quedase ya muy muy lejos.

A veces sientes que no puedes detener el tiempo, que siempre tienes cosas por hacer, momentos que compartir con el resto de la gente aquí. A veces tratas de pararte un momento y pensar, pero rápidamente el reloj te recuerda que quizás sea mañana cuando tengas que descansar, pero no hoy.

La vida aquí es intensa, excitante. No pasa un día sin que conozcas a alguien nuevo, sin que aprendas algo de alguien que jamás creíste conocer.

Durante 10 días, tu vida cambia por completo, aunque sigues siendo el mismo, sigues necesitando mostrar a esas miradas nuevas todo tu arsenal para enfrentarte al mundo…

De los primeros días recuerdo esos nervios de niño que va al colegio por primera vez; la primera vez que me presenté a un angloparlante y de las banalidades de las que hablamos, siempre lo mismo: Hola, ¿qué tal?, ¿cómo te llamas?, ¿de dónde eres?, ¿qué estudias?...

Recuerdo también levantarme con resaca una y otra vez, tratando de ahogar ese sol que sale a las cinco entre las sábanas…recuerdo comprar unas cervezas, y acabar todos juntos hasta las tantas cuando habíamos jurado que hoy no había fiesta (aunque eso, claro está, sigue a la orden del día)…recuerdo ir a la universidad y tener miles de papeles que rellenar, miles de formularios que entregar, recuerdo sentirme más que perdido entre esas paredes tan diferentes a las que yo conocía…

Y por fin, la vida, aunque sólo sea por un momento, se establece. Parece que el tiempo te da una tregua, un discutible merecido descanso.

Parece que, por fin, tu nueva vida comienza.

Los prolegómenos fueron buenos. Lo siguiente, será mejor.