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Mientras tanto, enviando cartas desde la ciudad del viento

viernes, 4 de marzo de 2011

A la luz del lupanar

Hasta que en la noche, me dejes solo. Hasta que me mires sin palabras y me hagas saber que no soy yo. Hasta que te marches para no volver, quizá jamás, quizá por siempre. Al final, lo que quedan son puertas cerradas. Humo entre bambalinas y colillas sin encender.

Hasta que te pierdas en las luces y te ahogues en canciones entre hielos.
Y recuerdes que no somos los mejores, que somos menos.

Hasta que decidas que ya no hay marcha atrás. Sí. Llévate mis ilusiones y véndelas a reembolso. Susurrame después, al oído, bien bajito, que las cambiaste a precio de saldo. Que nada valían pero engañaste al mejor postor.

Hasta que me conviertas en desechos de todos los momento buenos. Hasta que me decepciones.

Hasta entonces, soñaré.

Y es que hoy me levanté pensando en ti.
Llevabas un vestido precioso. ¿No lo recuerdas?

Hoy quizá me sonrías.
Habrá valido la pena.





3 comentarios:

  1. Hasta que tu aliento matutino no me sepa a café con churros. Hasta que bajo las sábanas solo queden los últimos pedos que te tiraste. Hasta entonces, serás mi musa.

    Me has amenizado un ratito en la oficina del banco con todas las entradas que escribiste desde tu visita a Barcelona. Eres un artista.

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  2. hola Luis soy Adriana la prima de Erik, me encanta como escribes, la verdad es q desde mi punto de vista tienes talento, no lo dejes, te lo digo porque yo a tu edad tambien escribía y un buen dia dejé de hacerlo( y no se porqué)pero lees cosas como estas y la verdad te entran ganas de coger el boli de nuevo...Tendría q haber mas gente como tú, que dijera cosas bien trabajadas y bonitas y no tanta bazofia como se escucha.Sigue asi, es muy enriquecedor y hay gente que sabe apreciarlo. besos

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  3. Gracias por vuestras palabras.
    Los comentarios son gratuitos pero, para mí, también necesarios, y sin el ánimo de mucha gente (pese a que en general no son palabras plasmadas aquí) no seguiría con esto del teclear.
    Es un placer saber que me seguís, y más aún cuando os descubro desde el anonimato.
    No tengo intención de dejarlo. Comenzó a modo de seguimiento de mi erasmus, pero ya es inevitable, este blog soy yo. Aunque, lamentablemente, no escriba tan a menudo como me gustaría.
    Un placer recibir vuestras palabras =)
    ¡Gracias, otra vez!

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