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Mientras tanto, enviando cartas desde la ciudad del viento

viernes, 18 de septiembre de 2009

Working!!

No todo el monte es orégano, ni todo tan negro como lo pintan.
Semana frustrante académicamente, qué rabia da perder el tiempo durante dos semanas por culpa del dichoso inglés y nuestro bochornoso conocimiento de él...de ser ésto en castellano les daríamos mil vueltas a estos universitarios de pies sobre la mesa, de cafetera entre explicación y explicación, y de mesas que suben y bajan para entretener al ignorante: aquí ir a clase es una auténtica experiencia lúdica. Ojo, que no digo que no me guste...pero no entiendo como de aquí salen profesionales...como mucho, sabran hacer mil recetas en una mini-cocina...a ver qué nos depara hoy algún danés-búlgaro-islandesa, quizá hamburguesa con patatas, que les gusta, y mucho.


El martes entregamos el proyecto (de rimbombante nombre: outline proposal), Cuarenta y cinco minutos de presentación de dibujitos, planos sin sentido y tablas y tablas para perder el tiempo. En fin, que si mi compañero malagueño y yo le metemos caña, tratamos de entender al lituano, y el ruso se queda callado, quizás pasemos de puntillas.
Nos vemos pronto.
Pierlu, from denmark.
P.d: Si me lees, déjame un comentario! Es bueno saber de vosotros!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Worst day in Horsens

O quizás, debería decir peor noche.
Te levantas y tienes ganas de matar, de destruir, de sacar todo lo malo que llevas dentro, de hablar pronto y mal. Piensas que hubiese sido mucho mejor levantarse con la pierna izquierda, mientras tratas de comprender que es lo que has hecho mal.
Se te acumula el trabajo y tu grupo está perdido (luego dicen de los españoles); tienes fiebre, y lo mejor que se le ocurre a la gente es hacer una prefiesta en tu cocina; sudas desmesuradamente, lamentando haber mezclado ibuprofeno con couldina, empapas el edredón hasta límites insospechados; la gente canta, ríe, grita, corre por estos pasillos de esta casa donde todo se escucha, donde todo se sabe; tu compañero de piso aporrea la puerta desenfrenadamente a las tantas de la mañanana, destilando un olor a ochenta grados de alcohol, mientras te mira excusándose con su llave rota...no conforme con ello, se va a por la caja de herramientas y comienza a martillear...sigo sin entender como abrió la puerta...;
Te levantas, de nuevo, cansado. Tu cabeza te avisa de que en breves va a estallar y que la fiebre volverá a hacer de las suyas, te encuentras la cocina sucia no, lo siguiente, mientras te tapas la nariz y sorteas los charcos de cerveza y vodka que amablemente alguien se ha encargado de dejar para mí...
Tu grupo sigue sin contestar, y no queda tiempo para nada.
El sol en el cielo azul parece de mentira, pintado a propósito para burlarse de mí, queriendo decirme que la acuarela que me rodea funciona a la perfección, menos yo. Incluso ahí fuera, hace un calor maravilloso que no voy a poder disfrutar.
Y todo te agobia.
Y todo te quema.
Y hoy, más que nunca, te sientes solo.
Solo como hacía tiempo que no te sentías.
Solo, como tantas otras veces.

Solo...sólo cabe esperar, escurrir el tiempo entre tus dedos mientras deseas fervientemente que pase este día.
Este maldito día.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Everything is right


Ya son muchos los días desde que escribí aquí por primera vez.

Al principio, todo es diferente. Todo, absolutamente todo…y pese a ello, después de 10 días fuera de casa te sientes como si aquello quedase ya muy muy lejos.

A veces sientes que no puedes detener el tiempo, que siempre tienes cosas por hacer, momentos que compartir con el resto de la gente aquí. A veces tratas de pararte un momento y pensar, pero rápidamente el reloj te recuerda que quizás sea mañana cuando tengas que descansar, pero no hoy.

La vida aquí es intensa, excitante. No pasa un día sin que conozcas a alguien nuevo, sin que aprendas algo de alguien que jamás creíste conocer.

Durante 10 días, tu vida cambia por completo, aunque sigues siendo el mismo, sigues necesitando mostrar a esas miradas nuevas todo tu arsenal para enfrentarte al mundo…

De los primeros días recuerdo esos nervios de niño que va al colegio por primera vez; la primera vez que me presenté a un angloparlante y de las banalidades de las que hablamos, siempre lo mismo: Hola, ¿qué tal?, ¿cómo te llamas?, ¿de dónde eres?, ¿qué estudias?...

Recuerdo también levantarme con resaca una y otra vez, tratando de ahogar ese sol que sale a las cinco entre las sábanas…recuerdo comprar unas cervezas, y acabar todos juntos hasta las tantas cuando habíamos jurado que hoy no había fiesta (aunque eso, claro está, sigue a la orden del día)…recuerdo ir a la universidad y tener miles de papeles que rellenar, miles de formularios que entregar, recuerdo sentirme más que perdido entre esas paredes tan diferentes a las que yo conocía…

Y por fin, la vida, aunque sólo sea por un momento, se establece. Parece que el tiempo te da una tregua, un discutible merecido descanso.

Parece que, por fin, tu nueva vida comienza.

Los prolegómenos fueron buenos. Lo siguiente, será mejor.