Y de repente, incluso los cuentos bonitos tienen un final. Todo se reduce a muebles descolocados y bingos por un sueño amargo. Las bolsas de basura amontonan los pasillos que hacen del silencio su dueño y señor. Todo se tiñe de una tristeza en miradas perdidas y penetrantes. Las palabras sobran, y el gesto más acertado es un abrazo esquivo y doloroso, consciente de saberse traidor a un futuro común e incierto, amigo de promesas que no valen nada. A veces, la sinceridad se viste de lágrimas en los pocos corazones que todavía se atreven a vivir y a mostrar lo que de verdad son.
Son los primeros pasos hacia esa salida que olvidó un día que no había vuelta atrás. Esos primeros pasos ajenos de una historia que de sobras sabes que un día a ti también te tocará.
Y es entonces cuando, tratando de borrar por un momento las persianas subidas, te sientes afortunado. No por quedarte, sino por los tiempos vividos.
Porque, y es que ahora me ha dado por citar:
Tanto tiempo. Tantos sueños cumplidos y tantos frustrados.
Tantas horas delante del conocimiento hecho papel o pantalla de portátil, tratando de echarle un capote y cogerlo por los cuernos. Tantas palabras nuevas y tantas olvidadas en esta partitura de la que desconozco la clave.
Sólo unos segundos y todo quedará reducido a tiempos pasados con olor a juventud recién estrenada, con sabor a falsa libertad. Sólo unos segundos...
Y ahora, ¿qué?
A barlovento, claro.
Adonde va el viento.
Son los primeros pasos hacia esa salida que olvidó un día que no había vuelta atrás. Esos primeros pasos ajenos de una historia que de sobras sabes que un día a ti también te tocará.
Y es entonces cuando, tratando de borrar por un momento las persianas subidas, te sientes afortunado. No por quedarte, sino por los tiempos vividos.
Porque, y es que ahora me ha dado por citar:
lo peor del amor, son las habitaciones ventiladas.
Porque algo se muere en alma cuando un amigo se va.
Porque algo se muere en alma cuando un amigo se va.
Tanto tiempo. Tantos sueños cumplidos y tantos frustrados.
Tantas horas delante del conocimiento hecho papel o pantalla de portátil, tratando de echarle un capote y cogerlo por los cuernos. Tantas palabras nuevas y tantas olvidadas en esta partitura de la que desconozco la clave.
Sólo unos segundos y todo quedará reducido a tiempos pasados con olor a juventud recién estrenada, con sabor a falsa libertad. Sólo unos segundos...
Y ahora, ¿qué?
A barlovento, claro.
Adonde va el viento.
Se de a mas de uno que va a pensar que has escrito en hebreo...
ResponderEliminarMiguelo
Me vale con saber que más de uno entiende lo que escribo.
ResponderEliminarEnhorabuena cariño, te lo mereces todo y más.
ResponderEliminarIncreíble.
ResponderEliminarGracias por esta dosis de sentimiento empaquetado.
=)
ResponderEliminarGracias, chicas.
sabes que al punto final de los finales, le siguen dos puntos suspensivos.
ResponderEliminargrande luigi